El chef cordobés Paco Morales ya ha hecho público lo que será su próximo restaurante en su localidad natal. Se trata de Noor y desde este mes de julio ha comenzado a desarrollarse en el barrio de Cañero, esperando que esté finalizado la próxima primavera. Para este proyecto han contado con José Ramón Tramoyeres (gglab) como director creativo y Rosa Tovar como historiadora y documentalista gastronómica. El restaurante ofrecerá solo ocho mesas con una cocina a la vista de los comensales.
En el mundo árabe Noor es sinónimo de luz, y para Paco Morales esa luz es la que a lo largo de los siglos de convivencia ha iluminado con influencias la cultura y cocina española y, sobre todo, la andaluza. Partiendo de ahí, el chef ha elaborado su propuesta gastronómica: «la cocina es también sentimiento, que en nuestro caso hunde sus raíces allí donde nace Noor, Córdoba. De ellas y de nuestro amor a la cocina y a las cosas bien hechas surgirá una forma rupturista en las formas de cocinar, de atender, de crear”.
La cocina árabe será el catalizador y el hilo que una todas las demás culturas que han habitado en Andalucía. Pretenden depurar la herencia árabe y del Norte de África en la cocina andaluza, pero también investigar y aplicar todos esos conocimientos a la cocina más moderna. De esta forma se quiere recuperar la cocina hispano-musulmana, junto a aquellas celtas, tartesas, griegas, fenicias, hebreas, romanas o visigodas.
El espacio creativo en el que ya se ha comenzado a trabajar será el punto de intersección de todas estas influencias. Parte del equipo de Morales ya se encuentra inmerso en esta labor mientras que el chef continúa en la aplicación de la impresora 3D a la alta gastronomía.
Paco Morales continuará con sus asesorías de los restaurantes Torralbenc (Menorca) y Al Trapo en el Hotel De las Letras aunque afirma que “inauguramos Noor con nuestra mochila cargada con media vida de experiencias». De esas experiencias, el chef cordobés tiene un recuerdo especial tanto de Mugaritz como de El Bulli ya que, según ha afirmado, «han marcado mi carácter y mi forma de ver la cocina de modo indeleble y muy positivo”.