La ingesta de cerezas y picotas del Valle del Jerte cacereño previenen la degeneración celular, estimulan la actividad diaria y favorecen el sueño en los niños, según el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Cereza del Jerte.
Por medio de un comunicado, Cereza del Jerte ha destacado que todos estos «cuantiosos beneficios» que proporciona la cereza como fruto y que ayudan al sistema inmune a proteger el cuerpo contra enfermedades, se ven «enormemente potenciados» en las cerezas y picotas con Denominación de Origen Protegida del Jerte.
Así, el Consejo Regulador defiende que en las cerezas y picotas del Jerte existe un alto contenido en flavonoides, así como en vitaminas A y C, propiedades que previenen la degeneración celular, por lo que incluirlo en la dieta desde pequeños ayuda a prevenir enfermedades degenerativas neuronales.
Además, constituyen un buen cúmulo de minerales como el hierro, el calcio, el fósforo o el potasio y de oligoelementos que previenen la anemia y cualquier tipo de carencia que suelen aparecen durante los primeros años de la niñez.
De igual forma, las cerezas del Jerte son ricas en antioxidantes que estimulan los biorritmos de los niños ayudándoles a impulsar su actividad diaria y favorecer el sueño.
A pesar de ser uno de los frutos con menos calorías y menos grasos, las cerezas tienen un alto aporte energético al producir sustancias como la serotonina y melatonina.
Asimismo, su alto contenido en fibra mejora el tránsito intestinal y ayuda a los niños en el proceso de la digestión, por lo que es recomendable aprovechar la temporada de cerezas del Jerte para incluirlas en su alimentación, ha subrayado el Consejo Regulador.
Por otro lado, el fruto de la cereza contiene azúcares de asimilación fácil por lo que son muy adecuadas para los purés y las papillas de los bebés.
Y el zumo de la cereza tiene un alto contenido en polifenoles que ayudan a controlar la inflamación y el dolor por su acción analgésica. EFE