En una ceremonia marcada por la emoción, la templanza y la elegancia de algunos ganadores de la noche, como el cocinero Mario Sandoval, el chef Luis Irízar o la sumiller Gemma Vela, la Academia Nacional de Gastronomía ha entregado los premios con los que reconoce la excelencia del sector gastronómico.
Con las alentadoras y esperanzadoras palabras del ministro de Industria, José Manuel Soria, encargado de presidir el acto junto al Presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Anson, la ceremonia celebrada en el Casino de Madrid ha estado llena de palabras de presente y futuro sobre un sector en auge que está siendo «motor» del turismo español.
«Este acto no es sólo importante para la gastronomía, sino para el sector turístico. Mi reconocimiento y apoyo a todos lo que han puesto tanto empeño en poner la gastronomía en este nivel», ha dicho Soria no sin animar a todos los presentes a seguir trabajando en esta línea.
En este mismo sentido, Anson ha recordado a los presentes que los Premios Nacionales de Gastronomía no son más que un «reflejo» de la «increíble» evolución que ha sufrido la gastronomía española en los últimos años.
Y, con esta misma fuerza, el maestro de ceremonias, el actor y miembro de la Academia Nacional de Gastronomía, Juan Echanove, ha ido desgranando los nombres de los afortunados de llevarse este «pesado» premio, como afirmaban muchos tras posar con él.
«Se me han pasado muchas cosas al recoger el premio al Mejor Jefe de Cocina. Son 20 años de trabajo, con momentos malos, buenos, regulares, y donde la familia está siempre ayudándote. Esto es un reconocimiento a nuestra labor, y no llevamos pocos días, llevamos muchos», confiesa Mario Sandoval (Madrid, 1977) tras ser galardonado con un premio que veía «complicado» al disputárselo con el vasco Eneko Atxa.
Si en esta categoría Sandoval luchaba contra el trabajo de Atxa y el alicantino Kiko Moya, en la de Mejor Sumiller los nombres eran todos de mujeres, aunque finalmente se quedó en Madrid, en las manos de Gemma Vela, sumiller del Hotel Ritz de Madrid.
«Son 28 años trabajando y lo que me queda. Me siento muy orgullosa porque es el premio más importante y que reconozcan una labor que realizas día a día me llena de satisfacción», ha expresado Vela, una joven consciente de que cada día en su sector hay «mujeres» y que, si no hay más, el motivo es «la falta de oportunidades», no «por falta de profesionalidad».
El otro gran protagonista de los premios dedicados a la «sala» ha sido el valenciano Javier de Andrés, de La Sucursal, quien se ha alzado con el de Mejor Director de Sala. De Andrés, primer valenciano en recibir este galardón, ha realzado la «calidad de la hostelería» valenciana asemejándola a otras más reconocidas como la vasca o la catalana.
Ni de Valencia, ni País Vasco ni Cataluña, Carlos Falcó, y su pasión por el aceite manchego ha sido el encargado de recoger el premio a la Mejor Publicación por su libro «Oleum», una obra con la que ha intentado «dignificar el aceite de oliva como un producto maravilloso que está entrando no sólo en la cocina mediterránea sino en las nuevas cocinas como las que hay en China».
«Me ha costado ocho años hacerlo -ha dicho a Efe- y se lo dedico en parte a Carmen Ballcells porque es la que me ha animado a seguir escribiendo y ya está traducido al alemán y al italiano, y eso nunca me lo esperaba, sobre todo en Italia que es un país que se considera así mismo el maestro del aceite de oliva».
El mundo de las letras, pero en concreto el del periodismo, ha sido reconocido también con el premio a la Labor Periodística, que ha recaído en el crítico gastronómico Pablo Amate.
«En el sur se contemplaba la gastronomía como algo simpático, pero nos hemos dado cuenta de que la gastronomía y el turismo son el 25 % del PIB de España, y que esto es mucho más serio. Hay que saber transmitirlo», ha contado el periodista.
En la categoría de Gastronomía Saludable (personalidad) el veterinario y bromatólogo Ismael Díaz Yubero, ha sido el ganador por su labor al frente de la investigación, y en el ámbito de la salud, los Premios Nacionales de Gastronomía han reconocido con el premio Gastronomía Saludable (institución) a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
La sabiduría, la tradición y la solidaridad en los fogones ha llegado de la mano del chef vasco Luis Irízar que ha recibido el Premio A Toda una Vida con una ovación por parte de todos sus compañeros presentes, así al padre Lezama, Luis Lezama, que le ha sido entregado el Premio Especial por el modelo de restauración que gestiona.
Como no podía ser de otra forma, en un acto donde la protagonista era la gastronomía, la felicidad en forma de snacks y tapas la ha puesto el chef madrileño Paco Roncero.
Pilar Martín (EFE)