Los propietarios de pistas forestales en Aragón han reclamado regular la recogida de setas en los montes para alejarla de las prácticas ilegales y convertirla en una oportunidad para dinamizar la economía y crear empleo en el medio rural.
Están pendientes de que el Gobierno de Aragón apruebe un decreto para regular esta actividad, similar al de otras Comunidades Autónomas como Castilla y León, ha explicado el presidente de la Asociación Forestal Aragonesa, Mariano Cañada.
Fuentes del Ejecutivo Autonómico confirmaron que el decreto está pendiente de su aprobación «inmediata» en el Consejo de Gobierno, por lo que podría comenzar a aplicarse en las próximas semanas.
Hasta ahora, comarcas como la de Gúdar-Javalambre o el Maestrazgo, y ayuntamientos, entre ellos el de Mosqueruela y Nogueruelas, todos en la provincia de Teruel, han aprobado ordenanzas para regular el aprovechamiento de los recursos micológicos.
Se trata de darle un valor la materia prima que genera el monte, en este caso la seta, para extraer un beneficio económico que redunde en el territorio, puntualizó Cañada.
La realidad es que, en las últimas temporadas, la recogida de setas a gran escala, no la que realiza el aficionado o el visitante, sino la que se lleva a cabo para comercializar con ellas, se ha llevado a cabo de forma «ilegal», comentó.
«Vienen una cuadrilla de treinta personas de fuera, se asientan en el monte, duermen allí, se llevan todas las setas y las venden en B, de forma ilegal», aseguró.
«Ahora es un mercado negro», indicó Cañada, cuando podría convertirse en una oportunidad para crear empleo y asentar población en el medio rural, a través de la explotación de productos de la zona.
A la espera de que el borrador del decreto se apruebe y aplique, se prevé que la nueva temporada de setas, que ya comenzó en algunas zonas, especialmente en el Pirineo oscense, sea muy «buena» debido a la climatología.
En la zona del Moncayo, donde la recolección comienza a finales de octubre, esperan clasificar más de doscientas especies, frente a las 180 del año anterior, según el coordinador de la Asociación Micológica San Martín de Moncayo, Javier Cortés.
En este parque natural, con cerca de 11.500 hectáreas, aparece una especie endémica comestible, pero de escaso valor culinario, llamada «Hygrocybe monscaiensis», de color rojo.
Hace más de cinco años que esta asociación no la ha visto en la zona, donde también aparecen el «lactarius deliciosus», comúnmente conocido como robellón, o incluso la tóxica y mortal amanitas phalloides.
En la provincia de Huesca, en concreto en la zona de Binéfar donde acuden muchos aficionados los fines de semana, la especie que está llenando las cestas de los recolectores es ese año la seta trompetilla, según señalaron desde la asociación de la zona.EFE