La recuperación del consumo se empieza a notar en el sector del ibérico extremeño, que está «resurgiendo» durante 2014 después de la «crisis» sufrida durante los últimos seis años.
La presidenta de la Asociación Española de Criadores de Ganado Porcino Selecto Ibérico Puro y Tronco Ibérico (Aeceriber), Lucía Maesso, ha dicho que las ventas también se están incrementando debido a una situación de precios más bajos a los de hace cinco años años.
Las calidades del producto no guardan una relación directa con el descenso de precios, pero sí se ha reactivado «sensiblemente» el consumo en relación a las ventas obtenidas durante los ejercicios de 2012 y 2013.
Los precios se han mantenido durante este ejercicio en una tónica similar a los registrados en diciembre de 2013, tal y como ha expresado la representante de la asociación.
Beatriz Maesso ha valorado el «resurgimiento» del sector tras la crisis «tan profunda» de los últimos seis años, aunque ha precisado que los actuales precios «tampoco nos permiten nadar en la abundancia».
Sí se atisba un inicio de la recuperación, con un volumen de ingresos suficientes como para poder pensar en un futuro más positivo si la actividad y el consumo se mantienen durante el segundo semestre del año.
Maesso cree que «aún es pronto» para que se recupere el número de explotaciones del sector cerradas durante su crisis; además, algunas de ellas «no volverán a abrir jamás» pues es «muy difícil» volver a la actividad si se está en «ruina total».
En estos momentos, no existe aún «ese entusiasmo en volver a producir ibérico» tras el «daño» y la «agresión» tan «duras y profundas» vividas por este segmento ganadero durante los últimos 6 ejercicios.
Para el segundo semestre del año, el sector afronta la adaptación a la Norma de Calidad del Ibérico, normativa que «para bien o para mal siempre está en el candelero», tal y como se indica desde la asociación.
Maesso cree que el tema de la Norma de Calidad está «aún muy en pañales», al encontrarse en sus inicios, tener su texto unos requisitos muy específicos y requerir un trabajo posterior para su control sobre el que se están dando ahora las «últimas pinceladas».
Otro de los retos importantes será comprobar el comportamiento de la próxima montanera, y ver el precio de las producciones y la «alegría» en el sector, como termómetros para comprobar la evolución del ibérico. EFE