Cepesca ha impartido un curso de Buenas prácticas para la mitigación de los impactos ambientales de la pesca de cerco de bajura en el medio marino a la flota cerquera de pequeños pelágicos de Jávea (Alicante).
Más de 25 tripulantes de los cinco cerqueros de la Organización de Productores de Marina Alta, (OP60) con puerto base en Jávea y Denia han recibido clases presenciales y asesoramientos a bordo dentro del plan de formación que se enmarca en el Proyecto SOSPESCA: “Hacia la mejora de la sostenibilidad del sector pesquero español” bajo el programa “Emplea Verde” de la Fundación Biodiversidad y el Fondo Social Europeo para consolidar los principios de sostenibilidad en todos los actores que participan en la actividad pesquera, desde tripulantes y armadores a gestores de las asociaciones pesqueras.
La flota de cerco, además de cumplir con la legislación comunitaria y nacional aplica un plan propio de sostenibilidad. Así, además de los periodos de descanso de dos días semanales han implementado una limitación de las capturas diarias de boquerón y sardina para lograr ajustar la oferta, estabilizar los precios en primera venta y reducir el esfuerzo pesquero, al tiempo que se rebajan los costes de producción con una mejora de la eficiencia energética y de desgaste de los buques, se reducen los tiempos de trabajos y se obtiene una mejora de la calidad de vida de los tripulantes.
Durante las acciones formativas se ha puesto de manifiesto el compromiso de la flota de cerco de Marina Alta por colaborar y cooperar con los estamentos científicos para mejorar el conocimiento de las especies objetivo a fin de optimizar su gestión y garantizar un buen estado de los recursos compatible con la actividad pesquera.
Una de las preocupaciones de esta flota es la aplicación de los planes de descartes y han manifestado el interés del cerco del mediterráneo de propiciar desde las distintas administraciones la instalación de sondas de calibre para evitar cardúmenes de talla no reglamentantaria.
Fotografía: Cepesca.